Al principo tenía muchas dudas de ir, ya que la indignación que tenía por poner la final en Barcelona era mucha, pero afortunadamente, me decidí a ir.
El lunes 10 me puse en la cola y me saqué la entrada, si llego a saber mejor la ubicación, me saco una entrada de una grada más baja, pero bueno, ya lo sé para la próxima.
El martes a las 21,45 salía mi autobús, el 61, empieza bien esto, porque el autobús tenía buena pinta.
Tras unas 14 horas de viaje, con tres paradas, por fin llegamos a Barcelona, nos dirigimos a la Fans Zone sevillista, rodeado de buena gente.
Aquí estamos escuchando la arenga del presidente, algo ya típico en las finales.
Eran las 19:45 y todos teniamos muchas ganas de entrar ya en el campo.
Aquí estoy yo con la grada sevillista al fondo.